Flor María Sequera, Juan González,
Saturnino González, Pascual, Luisa Delgado, destacan entre quienes lograron
vencer los obstáculos que impone el nacimiento de una comunidad, siendo los
actores y testigos de la fundación del Sector Popular Bucaral, alrededor del
año 1958, haciendo habitable la extensión de terreno baldío cubierto por la
maleza y que colindaba con la rivera de una quebrada.
Los primeros habitantes eran
provenientes Mérida, Trujillo, Barinas, y otros
estados del país, quienes iniciaron la construcción de sus viviendas con
tablas, barro y zinc, no contaban con ningún tipo de servicios públicos. Al
transcurrir de los años y ante el crecimiento del número de habitantes del
sector se comenzaron a realizar mejoras en la vivienda pasando a ser
rehabilitadas con materiales más fuertes cemento, bloques, cabillas.
Años más tarde con las políticas que se
fueron implementando a beneficio de la comunidad, como consecuencia de la
realidad social dando paso a la realización de trabajos para mejorar la calidad
de vida de los que allí habitaban.
Por las características especiales del
Barrio Bucaral, está limitado su crecimiento debido a las construcciones que le
rodean, además su ritmo de vida es determinado por el hecho de tener una calle
principal de la cual surgen callejones de lado y lado. Específicamente la forma
de esta estructura recuerda un delta de rio al cual desembocan sus callejones:
domina la horizontalidad, pues la vida transcurre en una calle amplia limitada
por las verticales que crean las frentes de casas; único sentido en que puede
creer el barrio, de ahí que algunas viviendas tienen 5 pisos. En los espacios
privados del hogar domina la sala de entrada que da a la calle principal donde
se recibe y se encuentran las fotografías, y objetivos familiares tales como:
santos, trofeos, u otros recuerdos, etc. Este espacio de transición entre el
afuera y dentro, lo público y lo íntimo.
La religiosidad popular del sector
Bucaral se hizo presente desde los inicios al levantarse una capilla, que fue
la primera construcción con platabanda, la cual se ha ido mejorando hasta
convertirse en la iglesia de la calle principal, siendo el lugar de encuentros
religiosos y actividades comunitarias. De igual manera en sector se puede
encontrar una iglesia evangélica, en ambos espacios los habitantes de Bucaral
expresan confesiones religiosas, las cuales se
matizadas con el sincretismos popular del culto a santa Babara quien
toma el espacio público para dar traste con una suerte de fusión de lo sagrado con lo pagano, siendo todas estas
una respuesta a las angustias y abismos personales y colectivos de los
habitantes de Bucaral.